Vivimos en un país infinitamente generoso. No se necesita trabajar duro ni
ser honesto para alcanzar el éxito. Mientras menos pienses, mejor te irá.
Entierra cualquier indicio de valor humano y sé persistente en pasar por encima
de los demás.
Muchos hombres y mujeres nos han puesto el ejemplo de cómo ser un mexicano
exitoso. Es preciso leer sus biografías y seguir sus pasos fielmente para
acumular riqueza, posiciones y, sobre todo, ser alguien.
Sólo hay siete leyes y condiciones para alcanzar la cima en este país. No son
difíciles de seguir, pero requieren de constancia. Las enumero a continuación
para seguir haciendo de esta una gran nación.
1.- Transa y deja transar. Esta es la más importante de
todas. Si quieres abrir un negocio es indispensable que le des un buen dinero a
tu delegación o municipio, así de inmediato tendrás cualquier licencia aun si tu
local no cuenta con una sola salida de emergencia. Esta ley es infalible, sirve
desde para verificar tu automóvil hasta para comprar la presidencia de la
República. Pero, mucho ojo, si la violas puedes dar a la cárcel, te
investigarán, te perseguirán y serás el peor de los delincuentes.
2.- Deja hacer, deja pasar. La máxima del neoliberalismo es
la segunda ley más importante para triunfar en el país. Si se comete una
injusticia en tu comunidad, ignórala, de lo contrario te pueden hacer trocitos
para un rico pozole humano. Jamás denuncies nada ante el Ministerio Público, de
ser testigo puedes pasar a culpable, además de que perderás tu vida entera en
las comparecencias. Si un conductor rebasa la línea peatonal no le digas nada,
tal vez saque su pistola y te mate ahí mismo. Finge que no pasa nada. Diviértete
los fines de semana. Relájate. Cada quien sus broncas.
3.- Dinero mata carita. Dinero y carita matan todo.
El billete es muy importante, por eso es la tercera ley en relevancia.
Qué triste es ver a pobretones en el transporte público. Tus hijos se
avergonzarán de ti. Haz lana, mucha, con ella puedes obtener títulos de
licenciatura, maestría y doctorado, comprar una plaza de maestro o una
diputación. También te sirve para ser atendido en hospitales decentes, pues el
Seguro Social te dejará morir en sus puertas. El efectivo en México es lo que
más importa. Si caes preso compras tu libertad a fajos. Si al billete le añades
una cara bonita o unas cuantas cirugías plásticas, nada te detendrá. Podrás
conducir el noticiero matutino del canal público más visto e incluso en la calle
las mujeres te gritarán ¡Bombón, te quiero en mi colchón! y te llevarán directo
a la silla presidencial.
4.- Cásate con un político carismático. No hay que estar en
las boletas electorales para ganar un cargo público, basta con ser una astuta
pareja para mandar sin tantos problemas legaloides. Si te casas con un hombre
bonachón después él te heredará su fortuna e incluso el puesto. Puedes
divertirte en cenas, estrenar vestidos a diario, conocer el mundo y hacerte de
una playa privada. No importa que no lo ames o no te guste, sólo fíjate que sea
muy carismático, lo suficiente para hechizar a los votantes.
5.- Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. Esta
ley es muy vieja y muy sabida, pero no por ello la vamos a dejar de largo. Si
gozas de un cargo público (de preferencia alto) no tendrás un mísero aguinaldo
en diciembre, sino hasta dos meses de bono y premios trimestrales. Podrás
estacionar tu coche donde se te hinche la gana, manejar borracho, conocer aguas
profundas en yates, estrenar automóviles cada año y, sobre todo, no tendrás que
trabajar para nada, habrá un montón de secretarios que lo harán por ti. Si
alguien cuestiona tu trabajo, échale la culpa a las leyes del país.
6.- Los ideales sólo dan problemas. Entierra cualquier sueño
hippie de igualdad y justicia. Dios se murió y no lucha por nadie. Las cosas son
como son, no hay posibilidad de cambiarlas. Si sueñas por los demás eres un gran
imbécil. Los pobres están jodidos porque no trabajan. Esos chavitos que andan
marchando son una bola de flojos mariguanos. Preocúpate por ti y por hacer lo
que te toca.
7.- La inteligencia estorba. Nuestro México es muy generoso
siempre y cuando no pienses de más. Di barbaridades en público, sé lo más
estridente y sexista que puedas. Hace falta tener agallas para triunfar.
Mientras más bruto seas frente a un micrófono mejor te irá. Saldrás en las
primeras planas, te darán candidaturas e incluso te invitarán a protagonizar tu
propio reality show.
Este país de verdad que es noble. Sin embargo, hay montones de resentidos que
no lo quieren ver y eso es lo que nos tiene así de estancados. Ya basta de
quejarse, de marchitas, de andar viendo la paja en el ojo ajeno. Da mucho coraje
que si alguien triunfa luego luego lo anden juzgando. Señores, respeten estas
siete leyes que rigen nuestro México y nada les faltará.
Twitter: @juanpabloproal
Sitio: www.juanpabloproal.com